martes, 16 de diciembre de 2008

La vida de Luca















Luca nació hace mucho tiempo ya, y hace mucho tiempo ya, también murió.
Su vida ha durado demasiado como para poder contarla en 5 etapas.
La primera etapa es la de bebé. Luca, como la mayoría de los bebes veía un mundo nuevo, todo raro, y por conocer. Pasó sus años de bebé hasta comprender las cosas que lo rodeaban, hasta que aprendió a hablar, y caminar, y a hacer tantas cosas que antes no podía. Como el ciclo de la vida manda, Luca había crecido. Ya era un niño.
De niño también tuvo su etapa limitada. Fue a la escuela, aprendió muchas cosas, empezó a jugar con niños de su edad, comenzó a interactuar, a acrecentar sus conocimientos. En esta etapa Luca aprendió a vivir en comunidad y sociedad. Lo más importante es que desde niño, Luca aprendió los valores importantes de la vida, y logró comenzar a implementarlos. Esto, fue un signo de madurez, lo cual nuevamente le hizo crecer y por lo tanto convertirse en un adolescente.
Como adolescente, Luca emprendió el verdadero camino de la vida. Realizó un trayecto largo, largísimo para él, aunque sólo duraría unos cuantos años, en el que vio la vida desde otro punto de vista, en el que su vida se entornó a las mujeres, en el que el fútbol se hizo su pasión, y la música su inspiración. Luca aprendió de vida y amor, siguió ampliando sus conocimientos, y otra vez, creció. Luca se dio cuenta de que en la vida había cosas indispensables para vivir, una de ellas eran los amigos, otra el amor, y otra la felicidad que las cosas de la vida nos producen. Pero por sobre todas las cosas, aprendió que la felicidad no se busca, que la felicidad se genera, que la felicidad es el camino, y los pequeños momentos de cada día que nos sacan una sonrisa. Luca siguió manteniendo sus valores de cuando niño, pero esta vez ya tenían más sentido en su corazón. En ese momento la vida de Luca hizo un clic y él, maduró otra vez. Y se convirtió en un hombre.
Como hombre, Luca desarrolló habilidades humanísticas sorprendentes. Se hizo amante del bien. La vida de Luca hasta entonces no había sido la mejor. Él había sufrido, y todo el dolor que en su vida lo había acongojado, de grande Luca supo canalizarlo y convertirlo en bien. Luca también encontró a la mujer de su vida, al ser que amó hasta el día de su muerte. Luca jamás dejó de creer en el amor, más allá de las tempestades que su vida le había hecho pasar. Luca tuvo dos hijos. Un varón y una mujer. Los dos mayores orgullos de su vida. Luca, sabía manejar la mayoría de las situaciones, porque más allá de que era espontáneo e innovador, siempre obraba para el lado del bien. Luca ganó experiencia, y como el tiempo pasa, y los años se presentan ante nosotros, Luca envejeció. Después de tantos años de vida Luca había llegado a anciano.
Como anciano, no hizo más que seguir su vida como hasta ahora. Ya era viejo y muchas cosas ya no podía hacer, pero se dignaba a agradecer todos los días por todo aquello que podía hacer, y no le daba importancia a todas aquellas cosas que no. Luca era amable y querido. Sus hijos ya habían crecido y emigrado. Y su mujer había fallecido hacía un tiempo. Luca, se había quedado solo en el mundo. Y un día se puso a rememorar toda su vida y llegó a una conclusión. La cual fue: “Si en cada paso que di a lo largo mi vida, hubiese obrado para el mal, si cada paso de mi vida, hubiese estado ligado a los delirios de la vida, si cada paso de mi vida, hubiese formado parte de cosas que hieran a los demás, que distinto sería todo. Es hermoso llegar a esta edad, y ver un mundo en el que cuando niño no fuiste valorado, como adolescente más allá de que fuiste valorado no fuiste importante para el resto, para tus amigos, como hombre has encontrado a la mujer de tu vida y a dos pequeñas criaturas que te han llenado el alma de alegría y has sido el hombre más feliz del mundo, y ya como anciano, te has quedado solo, y terminarás como empezaste. Pero la mejor parte es que algún día hiciste sonreír a alguien, que algún día dejaste ir a un amor y te arrepentiste, que algún día sufriste y resurgiste con más ganas que antes. Más allá de todas las decisiones tomadas, las malas y las buenas, ésta es la vida, y se quiera o no, hay que seguir luchándola día a día, sabiendo que siempre se puede, dando todo de nosotros, no rendirse jamás y aprovechar cada segundo de vida. Esa es la clave.
Después de analizar esto, Luca lo escribió en sus memorias y se las dejó a sus hijos. Y lamentablemente dos semanas después, dejó este mundo cruel, pero con una sonrisa en la cara, y les aseguro que murió, como realmente quiso.Haciendo feliz a quienes más amaba.

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