jueves, 29 de julio de 2010

Mi inspiración


















Tan solo la puedo ver, pero la creo conocer. En sus ojos vive la paz del mar, y nadie me lo puede negar. Su locura comienza a irradiar, mediante cada sonrisa que desea esbozar. Es una mujer, a simple vista, pero actúa como si ya hubiese bailado más de una vez esta pista. Pareciera estar tranquila, en cada paso que camina. Yo la observo lentamente, como si contemplase al sol naciente. Su seguridad a veces me asusta, pero cuando duda su expresión se vuelve brusca, y es ahí cuando me asomo, para ver cómo va todo.
Mi corazón se impresiona cada vez que esta mujer se apasiona, con las palabras que le expreso, o las historias que le cuento, que siempre empiezan con un beso. Espero tenerla pronto frente a mí, y demostrarle que la vida es así, tan simple y sencilla, como una caricia en su mejilla, o una mirada fija, que le aventure a explorar mil y un maravillas.

martes, 20 de julio de 2010

Brisa de amor


















A veces pienso sin pensar, y eso parece ser razonable sin razonar. A veces creo en la humildad, en esa gente honesta, que te dice la verdad. A veces cierro los ojos y empiezo a soñar, y sueño y sueño, sin parar. A veces la miro, y me tildo sin más, es que en sus ojos vive el reflejo de mi sinceridad. A veces la beso y parece irreal, es tanta la felicidad que me produce que me resulta especial. A veces las cosas, se dan sin esperar, esa es la aventura que me regala mi ciudad. A veces y solo a veces, logro escapar, de todo pensamiento por un segundo, y sobre una nube descansar. A veces aprovecho la magia que mi mente me puede regalar, y disfruto cada momento, como si no volviese a pasar. A veces, por un momento, me distraigo al pasar, por culpa de una brisa que en mi oído me susurra que de ella me voy a enamorar.

lunes, 19 de julio de 2010

Amor Sorpresivo













De repente apareciste vos, y te convertiste en mi amor. De repente apareciste vos, y me diste tu calor. De repente todo se encendió, en mi cuerpo, en mi corazón. De repente, y porqué no, mágicamente, me robaste la razón. Me robaste los sentidos, todo eso que llevo conmigo, me empezaste a querer, y yo no lo podía creer. No sabía ni quién eras, y hoy no te quiero dejar, de la nada te convertiste en todo, y de vos no me puedo olvidar. Te pienso cada día, cada noche y mucho más, ahora sos todo lo que tengo, y por suerte te puedo cuidar. Cada beso tuyo, es una sonrisa mía, cada abrazo nuestro, queda grabado en mi vida. Cada palabra tuya es como música para mis oídos, nunca me dijeron cosas tan bellas, como las de tus labios, amor mío. Que loco el momento en que te conocí, lo repetiría mil veces porque es junto a ti, lo único que pido es que te quedes aquí, porque te necesito, y sabes que es así. Quiero darte todo lo que soy, lo que he aprendido en mi camino, quiero regalarte mi corazón aunque vaya contra el destino, quiero madurar junto a vos, eso es todo lo que pido, para poder llegar a ser uno los dos uniendo nuestros sentidos.

Ya no eres mía


















Como siempre, el olvido se hizo presente, no podía quitarlo de mi mente, me sentí como el más vital adolescente, y salí hacia la calle, preocupadamente. Gane un poco de tiempo al salir temprano, y me recordé que todos mis esfuerzos fueron en vano, que ella ya no estaba tomándome la mano, que se había escapado, con otro ser humano. Mi dueña, no volvió a ser, aquella hermosa mujer, que con otro se escapó, y muy solo me dejo. Se derrumbo todo mi amor, y no me pude sentir mejor, me lamente sin dar más vueltas, y todas las posibilidades quedaron semiabiertas. Fue un engaño, que mucho dolió, pero no vale la pena sufrir tanto, y tanto; al fin y al cabo era un hermoso amor, que por culpa de ella, hoy se terminó.

Soñando, escapando


















En un otoño gris caía, sobre esta ciudad, la vieja y triste monotonía, y aquella gota del vaso rebalsaba, mil y un sueños que hoy ella, ya no soñaba. Y la brisa que por la ventana entraba, a su piel acariciaba, y otra vez la enredaba, en un utópico momento. Y resonaba un poco de silencio, en aquel cuarto otoñal, y resonaba sin tiempo, aquel sueño inmortal. Y ella volvía a vivir, imaginando un otoño no tan gris. Creyendo poder escapar, sueño a sueño y sin más. Y no le importaba caer, no le importaba morir en sueños otra vez, solo le importaba volar, y estar en otro mundo no tan real, creyendo que podría armar, una nueva vida, una vez más, creyendo que podría llegar, a ese puerto, con el que siempre, con el que siempre quiso soñar.

domingo, 18 de julio de 2010

Otra vez














La ignorancia del hombre joven, hace al viejo un sabio. No todos los hombres nacen con la facilidad de amar. No todos los hombres adoptan los valores necesarios para saber amar. Solo muy pocos lo hacen, sólo algunos locos lo consiguen. Y allá van. Luchando contra la vida, contra viento y marea. La imposibilidad de dar a conocer lo que uno siente, por el simple hecho de no saber que piensa el otro. El miedo al ridículo, y el temor al rechazo. Mil y un historias nos agobian, antes de dar el primer paso. En ese instante en que nos arriesgamos a caminar, sabiendo que en cualquier momento podemos caer al vacío, pedimos aceptación. Pedimos que nos miren distinto, pedimos que nos entiendan. Pedimos tantas cosas que no sabemos ya ni lo que pedimos, y todo porque no sabemos cómo actuar. Y ahí estamos, parados frente a la otra persona, mirándola fijamente, y con esa mirada, diciéndole a gritos todo lo que sentimos, esperando que nos entienda, con el deseo vano, de que se de cuenta de aquello que con su cálida mirada nos produce. Y seguimos intentando, y esta vez vamos por más. Y pasamos de mirarlo a escribirle, y de escribirle a hablarle. Y ya no sabes donde estás, esta vez, te perdiste en mil palabras, te perdiste en sus ojos, y te tocó perder. Sin más, otra vez.