viernes, 19 de noviembre de 2010

Mujer










Pasan los días tan rápidos que solemos no darnos cuenta. Puede que estemos mirando, aquel rostro, que sin querer nos mienta. A veces tantas cosas, en la cabeza nos dan vueltas, creo estar pensando en sonrisas que vuelan sueltas. Si miramos fijamente, podremos encontrar, muchas mujeres hermosas que nos suelen alegrar. Una sonrisa femenina, te puede encandilar, y ante una mínima distracción, seguro te va a atrapar. Me pregunto qué sería de este mundo, si no existiera la mujer. Sería aburrido y tosco, sin sonrisas por doquier. Una mujer te da, todo lo que no tenes. Ese amor, y esa alegría, que siempre pretendes. Quizás sean sus miradas, las que te hacen ilusionar, dejarte llevar en tu mente, hasta ningún final. Lástima que no todos los días, tienen ese toque especial, hay muchos hombres que estas cosas, no saben valorar. Es una pena que en la vida, se pueda renunciar, a tener estos privilegios, que una mujer te da.

Muchas regalan lo que tienen, sin darse cuenta a quienes se lo dan, otras tantas lo analizan, y están seguras de a dónde van. Yo por mi parte prefiero cerrar los ojos, y esperar, a poder sentir ese amor, que una mujer me podría dar. Ojala que llegue pronto, porque la quiero abrazar, llenarla de besos y poderla acariciar. Mirarla a los ojos, como si viese más allá, y esperar que nuestros momentos me sepan llenar. Porque supe tenerlo todo, y perderlo sin pensar. Llegué a quedarme vacío, y aún sigo sin reaccionar. Espero que no dure, porque no sé cuanto voy a aguantar, y si tú bella mujer estás leyendo, espero que tu misma te puedas valorar.

Te vuelvo a escribir









Tan cerca y tan lejos, del amor y el desamor, tan cerca y tan lejos de la sonrisa o el lagrimón. Tengo mucho que perder, o mucho que ganar, aunque creo que eso no me importa ya. Que te quiero, y no te quiero, es cuento viejo, para vos, y para mí. Ya lo pasamos, ya lo vivimos, pero seguimos así. A veces no te entiendo, qué complicada te pones, a las mañanas o por las noches, sos una barrera contra mi bien. Te extraño y te lo digo, no sé qué parte no entendes, sos la sonrisa robada que me permitía en vos creer. Hoy te miro, y no encuentro a esa que me buscó, hoy te miro y solo encuentro un poco de juego e indecisión. No sé si volvimos al principio, o si ya estamos más atrás, no sé si conocerte ayuda, pero quiero que me vuelvas a abrazar. Quiero volver a sentir que te importo, quiero hacerte sonreír, quiero que vuelvan esas miradas, por eso hoy te vuelvo a escribir.

Dicen que fue casual








Un encuentro que dicen que fue casual, yo lo titulo, como inusual, es decir, que no me esperaba que fuera a pasar. Me encontré con su sonrisa, y qué más da, me encontré con una persona, mucho más que especial, me encontré con una mujer, de esas que en sus ojos llevan el poder, el poder de reflejar, lo que su corazón quiere demostrar. Tiene una mirada que te hace temblar, y cuando abre su boca, te hace suspirar, no tiene comparación con otras, ella es distinta a las demás. La miro y le sonrío, la abrazo y me río, no entiendo qué es lo que pasa, pero soy el más feliz cuando me abraza. Es ella y nadie más, la que sin quererlo, esta vez, me devolvió la felicidad.

Tu sonrisa como el mar









Tu sonrisa como el mar, tan difícil de robar, me recuerda a aquel primer abrazo que te di sin pensar. Aprendí a valorarte, a entenderte y a quererte por demás y le agradezco al destino que contigo me hizo encontrar. Aprecio los momentos que con vos puedo pasar, cada día los disfruto más, aprecio esa risa tuya que le da misterio a nuestro andar, y tengo como única certeza que en tus ojos puedo encontrar, aquello que en otro lado no encuentro, y que es mi tan preciada paz.