domingo, 21 de diciembre de 2008

Una bella esperanza, un hermoso ser que avanza


















Tiene que pintar su desolación, recubrirla de color, llenarla de amor.
Sabe como brillar, y como enamorar, pero su tristeza, muy lejos no la deja llegar.
Quiere recuperar, lo que algún día perdió. Y el hecho de dibujarlo le sienta mejor.
Aparenta ser una hermosa mujer feliz, pero detrás de ella hay un pasado gris.
Le cuesta dejarlo atrás, le cuesta no llorar, no evolucionar. Le cuesta madurar, y todo aquello olvidar.
Esta, lamentablemente, atascada a un pasado, que la consume, y que no le permite que sume, alegrías a su corazón. Ya sin razón, sigue pintando, el futuro que desea, aquel que ella espera, lleno de colores y de amores, lleno de sorpresas, y bellezas.
Yo sé que ella esperanzas tiene, de dejar la acuarela algún día. Y dejar de pintar la alegría para comenzar a vivirla, a escribirla, en el libro de su vida. En aquel que vive día a día.
Ella es hermosa, ella es especial, ella pinta la alegría y aunque no por ello ha dejado de llorar, sabe lo que quiere, y por eso, lucha hasta el final.

¿Qué estará observando?


















¿Qué estará observando?, ¿qué estará espiando?, ¿será un hombre, será su vida, será aquello que la enaltece cada día? Ella mira asustada, intrigada, con un aire de preocupación, tal vez esa sea la razón por la que espía. Preocupación. Hay algo que la guía, y que la lleva, a mirar hacia fuera. Afuera de su mundo, afuera de su vida. Más allá de la puerta, a través de la cerradura, donde la mentira muy poco dura.
Se acerca más y más, para poder ver mejor, para morirse del susto, o de la impresión. ¿Qué estará observando?, yo me sigo preguntando. Me suena a infidelidad, o tal vez a una simple maldad que la deja sin respiro.
Su impresión la delata, ya no puede mentir, esta viendo a su hombre con otra, allí. No puede quitar la vista, está asustada, se siente engañada y hasta defraudada.
Una lágrima asoma por su mejilla, es la tristeza la que la arrodilla, y la deja sin palabras. Sin más palabras por decir, por pensar, es un momento de duelo que hay que afrontar.
El final de un camino es el principio de otro, ya no llora más. Ahora se levanta y camina. Ya está tranquila, ahora es momento de que rehaga su vida, y a otro amor deje entrar. Pero aprendió, que ver con los ojos del corazón, los cuales más de una vez nos hacen entrar en razón.

En su propia quimera


















Esta mañana despertó y la luz la iluminó. Ella esta atrapada aunque no lo vea, en su propia quimera. Ella sueña e imagina, ella vuela e ilumina. Con su brillo, con su luz, con todo aquello que sabe hacer. No tiene tiempo que perder. Sabe que no tiene que correr, tampoco frenar, sabe que ir a paso lento la puede ayudar.
Su mano extiende, pidiendo ayuda, quiere encontrar a aquel que la entienda, y la salve. Es delicada, es tranquila, es graciosa y divertida. Aunque le cuesta sonreír, su mirada penetrante lo dice todo, es bella es por dentro y por fuera, más allá de su quimera.
Que difícil que es, el mundo para los inocentes. Un sol te ilumina, te inspira un poco de vida, y cuando en práctica lo vas a poner, siempre chocas contra una pared. Que difícil que es, levantarse otra vez, después de la quinta vez que caes.
Cuanto dolor encierra, no alcanzar su mano, no rescatar a este indescriptible ser humano, que simplemente pide la ayuda de otro ciudadano.
Pero así es la vida, se quiera o no. Como esta bella muchacha, que en sí misma se atrapó, es cuestión de esperar esa luz que nos reviva, y que de allí en más,no volvamos a encerrarnos jamás.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Hermoso ser


















Hubo una vez una mujer,
Que me quiso comprender,
Ella sabía del querer,
Ella sabía como ayudarme.

Ella me miró,
Y su confianza me brindó.
Ella me abrazó,
Y mi amistad se ganó.

Prontamente las cosas cambiaron,
Ella un día apareció,
Y sin querer mi vida,
(Yo no sé cómo),
Pero la mejoró.

De ahí en más,
En ella pude confiar,
A mi rostro la desolación no volvió jamás,
Y yo pude volverme a alegrar.

Ella es increíble,
Ella es sensacional,
Ella es divina,
Ella es una gran amiga.

Si algo a mi vida pudiera pedirle,
Sería que a este bello ser,
Jamás deje irse.
Porque supo entenderme,
Y valorarme, escucharme,
Y alegrarme.

Al fin y al cabo,
Es una simple mujer,
Que tiene deseos,
De amar otra vez.
E intentar olvidar a aquel,
Que la ha enamorado,
Y la ha negado,
Sin más que hacer.

Yo la puedo ayudar,
El error de mi vida enmendar,
Y la felicidad a su vida regresar.



Esta poesía que escribí yo, tanto como los textos anteriores se la dedico a una de las personas que en el último mes entró a mi vida, y demostró ser un, (como el título lo indica) "HERMOSO SER". Gracias Agustina por todo lo que hiciste por mí en este tiempo. Por apoyarme siempre, y por estar cuando más te necesité. Gracias por hacerme reír y ayudarme a entender las cosas, y por sacarme una sonrisa con tus locuras y tus historias. Empiezo a deberte muchas cosas. Sabes que te adoro muchísimo remolino de mi corazón. Espero que sigamos toda la eternidad con esta amistad:)

martes, 16 de diciembre de 2008

Amor y desamor













Eso que se genera, eso que te lleva, eso que te arrastra, eso que te gusta y que te mata.
Mirarla y quedarte sin palabras, pensarla y no poder acariciarla. Estas son todas cosas, que te llevan a amarla.
Uno se enamora y piensa que ya nunca va a estar sola, nuestra persona, pero no, nos podemos equivocar, ¿si el amor no es correspondido, a dónde iremos a llorar?
Nunca subestimes al amor, nunca dejes de creer en él, porque cuando menos te lo esperas aparece, porque cuando menos lo buscas está. Siempre está, en donde mires, pero a veces no lo vemos. No somos los suficientemente capaces para sentirlo, y lo perdemos. Por idiotas, altaneros, por estúpidos, porque todo nos chupa un huevo.
Y ahí es cuando sufrimos, cuando nos vuelve la conciencia y nos decimos, ¿qué hicimos?
Todo cambia, todo puede volver a la normalidad, pero una vez que la dejaste pasar, una vez que perdiste tu oportunidad, ya no puedes volver atrás, y tienes que avanzar, te tienes que desenamorar. Tienes que volver a la normalidad, o a lo más normal que la vida te pueda dejar.
Pero que más da, al final era una simple mujer, que se creía una mandamás, y creyó que a tu corazón, podría dominar.
PERO SE EQUIVOCÓ.

Con una mirada se puede traducir










Con una mirada se puede traducir, las mil sensaciones que lleva adentro. Sus ojos la delatan, no puedo mentir, esta amarrada a un final incierto. Sus ojos, nos develan por un momento, que está confundida, que piensa que está equivocada, y que su única salida, es estar acompañada. Por eso mira hacia el horizonte, por eso esta perdida, porque no sabe hacia donde dirigir su vida.
Su nariz, sutilmente trazada, acompaña a su bello rostro, dándole un toque de delicadeza, dándole un poco de hermosura. Quizás, fue la intrépida locura, la que cabalgó desde su vientre y al llegar a su mente, tan solo la hizo estallar, perder el rumbo,
Sin saber donde acabar.
Su boca nos quiere decir algo, su boca tiene las palabras justas, pero no sabe expresarlas. No sabe como llamarlas, y sacarlas hacia fuera. Probablemente un puñal las espera, para asesinarlas de alguna descabellada manera. Por eso no quiere hablar, no quiere pronunciar, su mejor discurso, su más largo parlamento, será que tiene miedo, de tener un final violento.
Yo les puedo asegurar, que esta belleza de mujer, con su cálida mirada, con sus ojos verdes y penetrantes, camina a cada instante, presurosa y silenciosa, con miedo y con sosiego. Tiene frío, tiene en contra al viento y al hastío.
Observando profundamente, a través de su mirada candente, podemos conocerla un poco más, poder ver que allí se encuentra un ser fuerte. Y porqué no un tanto valiente, que esta dispuesto a mil aventuras. Que prefiere luchar a abandonar sus hazañas futuras.
Creo que claro está, que busca cumplir su utopía, su mayor sueño, su sensación inalcanzable. Pero no innombrable, pero no imposible, simplemente más lejana que el resto. Pero con tan solo estar dispuesto, a salir a buscarla, puede ganarla. Aunque puede perderla, y aprender de ello, y seguir adelante, con su destello. Porque esta joven muchacha, tiene que saber que la vida siempre nos sorprende, y aunque lo que busquemos nunca sea lo que encontramos, a veces es mejor lo inesperado.
Su mayor amor, lo que ella siempre espera, puede no llegar, pero eso lo puede suplantar, la sorpresa de la vida, lo inesperado, lo que nos saca una sonrisa día a día.
Se puede conocer, y no valorar, se puede aprender, pero no apreciar. Hay cosas que solo con el tiempo se pueden ganar.

La vida de Luca















Luca nació hace mucho tiempo ya, y hace mucho tiempo ya, también murió.
Su vida ha durado demasiado como para poder contarla en 5 etapas.
La primera etapa es la de bebé. Luca, como la mayoría de los bebes veía un mundo nuevo, todo raro, y por conocer. Pasó sus años de bebé hasta comprender las cosas que lo rodeaban, hasta que aprendió a hablar, y caminar, y a hacer tantas cosas que antes no podía. Como el ciclo de la vida manda, Luca había crecido. Ya era un niño.
De niño también tuvo su etapa limitada. Fue a la escuela, aprendió muchas cosas, empezó a jugar con niños de su edad, comenzó a interactuar, a acrecentar sus conocimientos. En esta etapa Luca aprendió a vivir en comunidad y sociedad. Lo más importante es que desde niño, Luca aprendió los valores importantes de la vida, y logró comenzar a implementarlos. Esto, fue un signo de madurez, lo cual nuevamente le hizo crecer y por lo tanto convertirse en un adolescente.
Como adolescente, Luca emprendió el verdadero camino de la vida. Realizó un trayecto largo, largísimo para él, aunque sólo duraría unos cuantos años, en el que vio la vida desde otro punto de vista, en el que su vida se entornó a las mujeres, en el que el fútbol se hizo su pasión, y la música su inspiración. Luca aprendió de vida y amor, siguió ampliando sus conocimientos, y otra vez, creció. Luca se dio cuenta de que en la vida había cosas indispensables para vivir, una de ellas eran los amigos, otra el amor, y otra la felicidad que las cosas de la vida nos producen. Pero por sobre todas las cosas, aprendió que la felicidad no se busca, que la felicidad se genera, que la felicidad es el camino, y los pequeños momentos de cada día que nos sacan una sonrisa. Luca siguió manteniendo sus valores de cuando niño, pero esta vez ya tenían más sentido en su corazón. En ese momento la vida de Luca hizo un clic y él, maduró otra vez. Y se convirtió en un hombre.
Como hombre, Luca desarrolló habilidades humanísticas sorprendentes. Se hizo amante del bien. La vida de Luca hasta entonces no había sido la mejor. Él había sufrido, y todo el dolor que en su vida lo había acongojado, de grande Luca supo canalizarlo y convertirlo en bien. Luca también encontró a la mujer de su vida, al ser que amó hasta el día de su muerte. Luca jamás dejó de creer en el amor, más allá de las tempestades que su vida le había hecho pasar. Luca tuvo dos hijos. Un varón y una mujer. Los dos mayores orgullos de su vida. Luca, sabía manejar la mayoría de las situaciones, porque más allá de que era espontáneo e innovador, siempre obraba para el lado del bien. Luca ganó experiencia, y como el tiempo pasa, y los años se presentan ante nosotros, Luca envejeció. Después de tantos años de vida Luca había llegado a anciano.
Como anciano, no hizo más que seguir su vida como hasta ahora. Ya era viejo y muchas cosas ya no podía hacer, pero se dignaba a agradecer todos los días por todo aquello que podía hacer, y no le daba importancia a todas aquellas cosas que no. Luca era amable y querido. Sus hijos ya habían crecido y emigrado. Y su mujer había fallecido hacía un tiempo. Luca, se había quedado solo en el mundo. Y un día se puso a rememorar toda su vida y llegó a una conclusión. La cual fue: “Si en cada paso que di a lo largo mi vida, hubiese obrado para el mal, si cada paso de mi vida, hubiese estado ligado a los delirios de la vida, si cada paso de mi vida, hubiese formado parte de cosas que hieran a los demás, que distinto sería todo. Es hermoso llegar a esta edad, y ver un mundo en el que cuando niño no fuiste valorado, como adolescente más allá de que fuiste valorado no fuiste importante para el resto, para tus amigos, como hombre has encontrado a la mujer de tu vida y a dos pequeñas criaturas que te han llenado el alma de alegría y has sido el hombre más feliz del mundo, y ya como anciano, te has quedado solo, y terminarás como empezaste. Pero la mejor parte es que algún día hiciste sonreír a alguien, que algún día dejaste ir a un amor y te arrepentiste, que algún día sufriste y resurgiste con más ganas que antes. Más allá de todas las decisiones tomadas, las malas y las buenas, ésta es la vida, y se quiera o no, hay que seguir luchándola día a día, sabiendo que siempre se puede, dando todo de nosotros, no rendirse jamás y aprovechar cada segundo de vida. Esa es la clave.
Después de analizar esto, Luca lo escribió en sus memorias y se las dejó a sus hijos. Y lamentablemente dos semanas después, dejó este mundo cruel, pero con una sonrisa en la cara, y les aseguro que murió, como realmente quiso.Haciendo feliz a quienes más amaba.

La decisión es tuya














Lo mejor que existe en la vida es la sonrisa en el rostro del que tenemos en frente. Dicen que a veces, la risa excesiva y efusiva provoca lágrimas. Imaginemos una hermosa mujer llorando. Sus lágrimas que acaban de nacer de un par de bellos ojos del color del cielo, se van derramando lenta y cálidamente por sus rosadas mejillas, para luego desembocar en unos bellos labios, cuales si fueran dos piedras talladas por algún escultor de antaño. La simple descripción anterior, canalicémosla en nuestras mentes.
Es un retrato que nos permite una bella vista.
Llegó la hora de pensar. Después de la simple descripción que leyeron les pregunto. ¿Los seres humanos miramos más allá de lo que vemos? A buena pregunta, buena respuesta. Por lo tanto y a saber, los seres humanos, capaces de mirar más allá de lo que ven, son aquellos que tienen emociones tan fuertes y profundas, y que las bases de su vida, están puestas, en el amor, la amistad, la confianza y el compromiso.
Mirémoslo desde otro punto de vista. Si viésemos más allá de lo que vemos con los ojos, seríamos capaces de apreciar todas aquellas cosas que se encuentran en el interior de los seres que nos rodean, y por lo tanto valorarlos a ellos mismos. Valorarlos antes que (pre)juzgarlos.
Puesto más gráfica y esquemáticamente podríamos decir que, (tomando en cuenta la descripción principal) si viéramos y nos quedáramos con la impresión de la mujer, diríamos que una bella mujer (imaginemos) esbelta, rubia, y de ojos celestes está llorando, sin importarnos motivos, situaciones o circunstancias. Pero si viéramos más allá de lo que vemos, nos daríamos cuenta que esta mujer, llora por algún tipo de alegría, tristeza, dolor o cualquier tipo de emoción que se nos cruzase primero por la mente. Si fuéramos más profundos aún, miraríamos a nuestro alrededor e intentaríamos llegar a una conclusión de porqué la mujer llora. Ya por último y dependiendo del modo de ser y de la personalidad de cada uno, intentaríamos averiguar qué sucede, consultando con dicha mujer.
Todo este conjunto de palabras, tienen una conclusión o fin, según como quieran llamarlo.
Si uno, es capaz de mirar más allá de lo que ve con los ojos, es una persona que se ahorra muchos problemas, que valora a quienes lo valoran y se distancia de quienes no les importa nada más que pensar en sí mismo. Y el que no mira más allá de lo que ve, simplemente vive una vida común, y su bienestar o malestar dependerá de su personalidad y de su forma de afrontar la vida.
Por lo tanto, antes de decirle algo al que tenemos en frente debemos pensar nuestras palabras. ¿Van a prejuzgarlo, o decidir conocerlo? ¿Van a hacerlo llorar o reír? ¿Van a sonreír ustedes o derramar lágrimas sin sentido?
Sépanlo, el futuro de las personas y las cosas que los rodean depende de ustedes. Ahora que lo saben. ¿Qué van a hacer?

Se puede...














Se puede estar en lo más hondo y ver la luz, se puede estar en lo más alto y olvidarse del resto. Al fin y al cabo, es preferible estar en el medio y disfrutar de las dos partes.
Yo aprendí a estar en lo más alto, y a derrumbarme a lo más hondo, y aprendí a valorar a los de arriba y a los de abajo.
Aprender, ahí esta la clave, en jamás rendirse, en intentar aprender algo nuevo cada día, en poder impresionar siendo tan solo uno mismo.
Hablando de aprender, yo aprendí muchísimas cosas. Aprendí que después de la lluvia siempre sale el sol, que con el llanto se derraman lágrimas que desembocan en la boca de la cual luego saldrá una sonrisa; aprendí que todo tiene que ver con todo, que todos somos tan importantes como el de al lado, y que de la única manera en la que se puede sobrevivir felices es teniendo confianza en nosotros mismos.
Aunque suene paradójico, lo que nos hace felices es la infelicidad de nuestros pensamientos, quiero decir, siempre lo correcto es lo que nos hace ser rutinarios y no ver más allá del horizonte. Es hora de romper con la rutina, es hora de dejar de hacer lo que nuestros pensamientos nos dictan y empezar a hacer lo que nuestro corazón siente.
La vida es muy simple, solo tenemos que caminar derecho y cuando nos topemos con un obstáculo debemos tomar la mano de quien nos acompaña y sortearlo juntos.
Como bien les decía antes, la base de la vida, esta en jamás dejar de aprender, porque el aprendizaje es lo que nos da curiosidad, y la curiosidad nos lleva a ser cultos, y cuando uno se pregunta, ¿para qué sirve todo esto?; la respuesta es simple. Sirve para vivir, y para sobrevivir, porque del aprendizaje nacen nuestras decisiones, así que aprender es tan importante como tomar agua, o comer.
También lo que es muy importante, es poder confiar en nosotros mismos, proponernos todo lo que queramos y si no lo alcanzamos, lo volvemos a intentar, total para eso existe la vida, para intentar e intentar hasta alcanzar nuestros sueños. Es algo hermoso intentar alcanzar un sueño, pero lo más importante no es alcanzarlo, sino el camino que hacemos para obtenerlo. Por ejemplo si les planteo que su sueño es obtener un tesoro que se encuentra más allá del arco iris, lo más hermoso e interesante va a ser el camino a través del arco iris, algo mágico y angelical, porque una vez que alcanzamos el tesoro, nos damos cuenta que fuimos más felices atravesando el arco iris, que alcanzando el tesoro al final de su camino.
Como para cerrar, me parece importante destacar que lo más relevante de todo, es caminar día a día con una sonrisa bien marcada, y si por arte de magia, una cosa llamada amor toca ante nuestra puerta, abrámosela con precaución y no dejemos que nos lleve, sino mantengámonos hasta encontrarle la vuelta. Creo yo que nada es imposible, que de todo se puede salir, y que si hay algo para aprovechar es a las personas con las cuales vivimos todos los días, porque todas y cada una de ellas son especiales y únicas y tienen algo para enseñarnos. Así como un día nuestros padres empezaron a enseñarnos a nosotros, sepan que el camino se termina invirtiendo y los que les terminamos enseñando a nuestros padres somos nosotros.
En fin, no hay mejor forma de vivir que viviendo, y no hay mejor forma de ser feliz que no buscar la felicidad, por lo tanto, si yo pudiera decirles algo más es que siempre miren para el frente y cuando tengan algo para decir, díganlo, ¿por qué?, porque mañana puede ser demasiado tarde.

Ya ves


















Ya ves, cuando el resto no se deja convencer, y tú sigues adelante, peleando por un futuro incierto, teniendo un principio de incertidumbre. Piensas en la huída de la vida, piensas en escapar y dejar todo atrás. Pero siempre, siempre, te cruzas con una pequeña criatura que te revive el ánimo y te inspira ganas de pelear por algún motivo. ¿Por qué no por su amor, o por su amistad?
Entonces ahí, en ese instante empiezas a pensar en una tierna y dulce historia de amor, que como tantas otras, tarde o temprano terminará en tragedia. A menos que la sepamos sobrellevar con un amor sobre natural.
Últimamente, ya no piensas en eso, y decides mirar a tu interior y ver que encuentras en el. Encuentras que un muerto encierras, y sigues hurgando. Pero sucede que a veces, el mundo da un giro radical y nos pone la vista en otras cuestiones de irrelevante interés. Entonces, empezamos a buscar el camino de regreso y tienes vértigo, porque al mirar hacia abajo tienes miedo de caer y no volverte a levantar. Te acuerdas de cómo Caperucita dio un paso en falso y casi es devorada por el lobo, te preguntas dónde estará aquel amor que un día dejaste escapar. Te viene al recuerdo tus momentos más felices, te viene al recuerdo, esa persona que jamás pudiste olvidar. Y llegas a la conclusión que tu huída jamás nada ganará. Que aquí hay que seguir, con todo aquello con lo que hay que aguantar. Tú has de saber como seguir, solo debes buscar, buscar y buscar, esa casa encantada, donde le pedirás a papá que te cuente otra vez, sus historias de cuando niño, y te sentirás alegre de remover un pasado limpio. Pero luego, pensarás y pensar te hará mal. Recordarás a aquellos amigos que dejaste escapar, a aquellos que cambiaste, despreciaste o dejaste ir, por otros que no valían la pena. Y decidirás tener una cita, con alguno de ellos, o porqué no un simple mensaje intentando saber como andan.
Es terrible cuando alguien se pregunta, que andarás haciendo tú ahora, y tú no sabes que decir, porque no haces nada de tu vida, porque eres, un ser especial, que se deja llevar por la corriente, que corre tras una marabunta de gente, y más allá de tus buenas intenciones te dejas empujar. Y pasan cien días, y ahora, ya llegó la primavera. Y miras una vez más hacia tras, y recuerdas aquella tarde, donde tú y él, tomados de la mano, eran felices y sonreían, pero no más, todo se acabo, y cada uno siguió su rumbo.
Decidiste hacer de tu vida, lo menos productivo, dormir. Duermes, y duermes, pero nada consigues, y aunque te gustaría estar afuera, con aquellos jóvenes y hermosos, cada día te sienta más, el vals de los jubilados. Ya nada es lo que era, te dices. Y en ese instante sales. Miras afuera, y arrancas con un amor incontrolable, vuelves a la plaza de aquella tarde, aquella plaza donde te conocí. Y aunque le dijiste a tu madre, que vuelves temprano, no piensas hacerlo. En la plaza, ves a una anciana charlando con sus nietos, contándole, la historia de la hermosa Casandra. La que tenía el don de la adivinación pero nadie creía en ella. Y te sientes identificada. Cuantas veces, le has dicho a tu amiga que no se meta con ese, y no te hizo caso y así termino. Cuantas veces te han terminado diciendo, tenías razón. Te sientes una Casandra cualquiera y sigues tu camino.
Por fin te das cuenta, que si se hubiese callado el ruido, hubiésemos podido hablar, y que lo nuestro ya no entraría en la historia de los amores imposibles. Y ahora simplemente somos, dos personas desconocidas, unidas por un pasado en común.
Ya como ven, la vida no es más ni menos que una calesita. Y en el momento en que pongamos más empeño podremos agarrar la sortija. Mientras tanto, seguiremos jugando y perdiendo, y llorando, y aburriéndonos, y durmiendo y despertando y sabiendo firmemente, que distinto hubiese sido todo, si a tus verdaderos amigos no los hubieses apartado y si a tú verdadero amor jamás lo hubieses engaño.
Pero así es el ser humano, cuando se ciega y piensa en sí, no hay nadie que le pueda hacer abrir los ojos. Dejen que la vida fluya, dejen que el destino siga su rumbo, y cuando vean que ya no da para más, pongan un freno y recapaciten. Pero antes piensen, ¿qué hubiese sido de ustedes, si hubiesen sido honestos?

Cada día que pasa














Cada día que pasa me doy cuenta que tengo más y más razón. Y uno piensa, que lindo es tener razón, pero que feo es tener razón, cuando esa razón no habla de buenas cosas. Me refiero a que tener razón acerca de falsos amigos, de momentos horribles, de personas que no lo valen, me refiero a cosas malas de la vida, tener en razón en eso es un resultado desalentador.
Seré repetitivo, y hasta a veces molesto, pero, ¿cuándo van a ponerse a pensar que todo tiene que cambiar? A veces no comprendo, como algunas personas, y perdón por la palabra, se “cagan” en las otras sin importarles, y lo peor, creyendo que no pasa nada, que todo va a seguir igual. Alguien me puede explicar porque nos empeñamos en querer ayudar y reformar a esas personas que no valen la pena. Alguien que me diga, que es lo que nos lleva a querer cambiar a gente que no tiene ni dos dedos frente. De todos modos, eso no es lo único que me hace problema. Me hace problema saber que cada día que pasa hay menos personas que valgan, ese amor y ese lazo de amistad que uno está dispuesto a entregar. Me apena saber que el mundo se viene abajo por personas como estas.
Me desalienta andar un camino sin camino, es como caminar por sobre tierra mojada, sabes que en cualquier momento te podes hundir, pero no haces nada, porque no podes hacer nada, solo caminar con precaución. Me tira abajo pensar que cada día es un paso hacia una gran meta, pero que esa meta carece de obstáculos y que prevalecen las alucinaciones, me hace pensar que los humanos nos hacemos problema por cosas que no tienen importancia cuando en realidad los verdaderos problemas están ante nuestros ojos. Los verdaderos problemas, como bien alguien dijo un día, son aquellos que “aparecen de la nada en la tarde de un martes cualquiera”.
Esto me lleva a notar, que no hay amor sin sacrificio, no hay amistad sin un poco de dolor, que no existiría el bien si no existiera el mal, y al fin y al cabo, ¿quiénes son las personas buenas?, ¿por qué hay otras que denominamos como “malas personas”?, ¿Qué son las cosas buenas y qué son las cosas malas?
Si te lo pones a pensar, hoy en día todo perdió su lógica. Por un lado, llamamos buenas personas, a las que hacen cosas que creemos que son “buenas”, tal vez decimos que escuchar a tus amigos, ayudar a un extraño, llamar a tu peor enemigo para arreglar las cosas, saludar a tu amigo más estúpido aunque quedes mal ante tus otros amigos, querer a los que te quieren, entre otras, son cosas “buenas”. Y decimos que son personas malas aquellas que hacen cosas “malas”; que nos hacen sufrir, que nos hacen mal, y creemos que las cosas “malas”, son las peleas, los insultos, los que nos hieren sin problema, los que se “cagan” en nosotros. Pero, con una simple mirada, nos damos cuenta que jamás seguimos una lógica, o sea, nos seguimos preocupando por quienes llamamos “malas personas”, dejamos de lado a las “buenas personas” o por el contrario, nos aprovechamos de ellas a más no poder, sin darnos cuenta también que nos estamos convirtiendo en lo que supuestamente no queremos. Nos estamos convirtiendo en “malas personas”. Amamos a las personas “malas” a las que nos hacen sufrir, a las que no les importamos ni un poco, y despreciamos a los que se nos entregan en alma y vida, porque los vemos estúpidos. ¿Acaso nosotros no quisiéramos entregarnos en alma y vida al ser que amamos? En fin, es todo un caos, y queramos o no, tenemos que seguir viviendo en él.
De todos modos, no todo es malo, creo. Hay personas que nos hacen felices, personas que nos alegran la vida claro esta, aquellas que con una mirada nos entienden y que con una sonrisa nos arreglan todos nuestros problemas. Aquellas personas con las que querrías pasar las veinticuatro horas de tu día con ella, con quien quisieras hablar hasta que las palabras dejen de existir, aquellas personas a las que abrazas, y quisieras abrazarlas por toda la eternidad, porque su brazos y tus brazos se están entrelazando, y están formando un lazo, que te une, y de está forma demuestran lo que es el amor y la amistad fundidos en la misma situación.
Lamentablemente, esto nunca alcanza cuando el amor carece en tu vida, cuando no encontras a la persona indicada, cuando pasas de boca en boca sin encontrar a la que te haga feliz, cuando dejas de sentir los besos, y los roses, cuando de repente ya no queres más, porque queres un pareja estable, un ser que te ame y que te entienda, un ser que te escuche y te abrace y te bese y te ayude y te contenga y te haga feliz y te alegre la vida y te haga sentir lo que nunca sentiste por nadie. Y yo sé mejor que cualquiera, que eso te hace pensar, que eso te obliga a preguntarte, ¿por qué no me quiere?, o, ¿por qué no encuentro a la persona indicada?, o ¿por qué esta con él/ella y no conmigo?, ¿qué tiene él/ella que yo no tenga?
Son todas preguntas que nos alteran el corazón, que nos hacen pensar y sufrir, que nos obligan a llorar. Los resultados más desalentadores, los más odiosos, son los que vemos, son cuando la vemos con otro, cuando vemos lo feliz que es, cuando vemos que alguien más hace lo que vos amarías hacer. Y acá, viene la típica pregunta, o tal vez, porqué no, la afirmación de “Me cansé de mí, y de no tener el valor de buscarla, y cometer el mayor delito de amor de la historia. Me cansé de no poder mirarla a los ojos y decirle lo que siento o lo que me produce, me cansé de desear esa boca sin poder besarla, me cansé de saber que es dueña de alguien más, y que lo peor de todo, los tengo que ver”. Acá me quedé sin respuesta, esta es la mayor incógnita de mi vida, porque sería la tercera vez que me pasa algo así y no aprendo más.
Pero, si hay algo que aprendí a lo largo de toda mi vida, de dolor, desamor y sufrimiento, con una pizca de alegría, es que, nunca nos debemos rendir, que “si hay cien razones para llorar, demostremos que hay ciento una para reír”. Que por más que duela, no la dejemos ir, que aunque fracasemos, la miremos a los ojos y le digamos lo mucho que la amamos, y que después no nos arrepintamos si la respuesta no es la esperada. Porque el valor, la valentía, son los que nos hacen los hombres y mujeres fuertes del futuro, y lo que “no nos mata nos fortalece”, así que nunca dejen de mirar para adelante y de seguir. Lo que paso en el pasado, allí guardado se quedó, lo que importa es el presente, porque si empezamos desde cada uno a cambiar, si empezamos a querer lograr, en vez de ambicionar sin nada hacer, vamos a poder cambiar, cambiarnos a nosotros y a los que nos rodean, y por sobre todas las cosas, generar un futuro mejor, para nosotros y para todos aquellos que están aquí.
Yo les digo que se tengan fe y esperanza. Si tienen amigos que no los valoran, salgan todos los días con una sonrisa a buscar nuevos amigos. Si el amor de su vida no apareció, salga con una sonrisa a buscarlo. Si perdió al ser que más amaba, mantenga la entereza, ya todo se va a recomponer. Y siempre, hagan las cosas con amor y queriendo las cosas que hacen. Y antes de dar el próximo paso, piensen que hacer, e imagínense, ¿Qué será de ustedes si su próximo paso les habla de desamor y enemistad? Piensen que su próximo paso va a ser hermoso, y que lo que viene los va a hacer feliz. Solo así, esperando con una sonrisa lo que desean es como van a lograr alcanzar sus sueños.
Y no se olviden, “si queres que te amen, simplemente sé como sos y demostra lo mejor de vos”.

Si pudiera imaginar














Si pudiera imaginar que el mundo es distinto, si pudiera creer que todo no es igual, creería en la vida, el amor y la igualdad. Mi mundo perfecto sería, un mundo lleno de personas, personas que saben hacer uso de sus sentimientos. Me gustaría vivir en la cima de una montaña, para poder contemplar el silencio, pero también me gustaría vivir en el centro de la ciudad, para poder saber que se siente el desprecio.

Cuando nadie te mira a la cara, porque no te pueden decir más que mentiras, cuando todo lo de tu alrededor es una pequeña ilusión que poco a poco se va desvaneciendo. ¿Quién me explica a mí como seguir adelante?

Sólo creo que hay dos cosas que pueden sacarnos del pozo ciego: la amistad y el amor.

La amistad nos envuelve en su manto, en los brazos de un amigo, en el abrazo fraternal de aquel compinche de la vida que no hace más que “salvarnos la vida” en todos esos momentos en que bajamos la cabeza, y no queremos volver a mirar.

El amor. El amor, es algo que al menos yo creo que no tiene explicación, un día se da por arte de magia, y ya nada es igual.

Que lástima que existe el desamor y que con él estoy ligado. O simplemente atascado, desde que tengo consciencia, memoria y razón.

Aunque intento cambiar, a veces siento que lo logro y que estoy en lo más alto, pero no es que me siento sólo o dolido, sino que me siento confundido. Confundido, cuando pierdo los objetivos de vista, y no sé lo que quiero, no sé como seguir adelante.

Hoy en día, estoy feliz y triste. No sé porque feliz, tampoco sé porque triste. ¿No les mencioné ya que estoy confundido?

No hay más por decir, que la vida se da, se mueve y baila, y en alguna de todas esas canciones, en que nos toca salir a bailar, encontramos frente a nuestros ojos nuestros sueños, y ahí sólo queda en nuestras manos, sujetarlo, o simplemente dejarlo escapar.