miércoles, 16 de junio de 2010

Mi bien, tu bien













Cuando por primera vez te vi, no lo percibí, hizo falta conocerte, para saber que algo distinto habitaba en ti. Conocí tus ojos, tan bellos como el mar, conocí tus sonrisas, y las empecé a disfrutar. Mediante tus ojos puedo notar, la paz que contempla tu andar, mediante tus sonrisas puedo rescatar, un ser distinto que camina a mi par. Quiero conocerte, saber qué más hay dentro de ti, estar cara a cara con tu corazón, demostrarle que puedo hacerte feliz. Me regalaste tus abrazos, y me conseguiste sorprender, hoy he decidido escribirte, y hacer de mi bien tu bien.

domingo, 13 de junio de 2010

Resplandeciente Mirada


















El sol bajaba lentamente, hacia donde estaba la gente. Y ella sentada solitariamente, ejercía de mujer triste, poco sonriente. Un problema le aquejaba, era algún dolor, que supongo yo, del alma llegaba. Sus ojos cerrados lo demostraban, no quería seguir viendo la mentira que la rodeaba. Y prontamente se iluminaba, su rostro con el sol que a consolarla bajaba. Y su piel era acariciada, por el tibio rayo de sol que resplandecía en su cara. De repente, toda la marabunta de gente, se alejaba definitivamente. Y ella muy sola quedaba, con aquel sol, que la iluminaba. Con calma se acercaba, un muchacho de sonrisa extasiada, y a ella tiernamente la miraba, y con su mirada, la levantaba. Ella recién se percataba de la presencia de aquel muchacho, cuando este con su cuerpo tapó la luz que el sol le regalaba. Y ella con desprecio levantó, su bello rostro que ya no veía al sol, y a este muchacho miró, y en su rostro encontró, todo lo que ella buscaba, que con una mirada, terminó.

El bar el piano y el cantautor















Allá en el fondo un piano toca, haciéndole honor a mi tristeza, la vida está un poco loca, y ya no hay nada sobre la mesa. Hoy miro a mi alrededor, confiado de encontrar, a esa mujer pequeña, que me quiera amar. Y aunque solo hasta aquí he llegado, y aunque solo sé que podré seguir, ya me siento desolado, y no tengo más ganas de vivir.
A cada paso que doy, se van muriendo mis sueños, cuales pájaros de un tiro, que han perdido a sus dueños. Ya no siento nada que me pueda animar, hoy ni mis amigos, me pueden ayudar. Se borró totalmente de mi vida, el significado de la palabra sonreír, ya no sé que significa, porque todo lo asocio con sufrir. Y sigo sentado aquí, en este bar, y aquel piano del fondo, toca una melodía sin igual. Y un cantautor entra en el bar, y se sienta junto a mí, para charlar, quiere hacer una canción y relatar mi vida desde el principio hasta el final. El amor no está en mi vida, yo le atiné a decir, y el cantautor me respondió, vayamos a buscarlo por ahí.
El piano sigue sonando, tan melodioso como al principio, y yo me voy alejando, en silencio, de a poquito. Una vez en la calle, con el cantautor a mi lado, emprendimos un viaje, un poco inesperado. Una vez en la ruta, con el paisaje a un costado, recordé aquel piano, y me sentí atrapado. Porque otra vez estoy aquí, subido a esta rueda sin fin, y otra vez voy hacia allí, a rogarle a la vida, que me deje ser feliz.
Y allá atrás quedaron, el bar, el piano, y el cantautor, yo me volví a quedar solo, y sigo sin mi preciado amor. Y aunque sé que algún día, volveré a aquel bar, y escucharé a ese piano tocar, no creo que el cantautor vuelva nuevamente, para escuchar mis problemas y ayudarme a arrancar.

sábado, 12 de junio de 2010

Tu mirada


















Me pregunto, ¿qué sería de nosotros en el futuro? Digo, si nos volviésemos a encontrar, si te volviese a mirar. Suena a un deseo, quizás a un pedido, será porque tu sonrisa genera el bien mío. Quizás te cruce por una calle, y me quede atónito ante tu llegada, quizás te vea en un colectivo, y te corra hasta su frenada. Me pregunto una y otra vez, cómo sería nuestro reencuentro, porque soy consciente de que algún día nos perderemos con el viento. ¿Qué nos deparará el destino? ¿A dónde te llevará el sentido? ¿Tendrá tu mirada, tristeza de olvido? Ojala de mí nunca te olvides, tan solo eso ansío, quiero que me recuerdes, por todo mi cariño. Que me recuerdes por las sonrisas que te pude robar, por las enseñanzas que te pude regalar, por el tiempo que te supe brindar, por todas aquellas locuras que en vos me hicieron pensar. Me regalaste charlas y momentos, que no voy a olvidar, aunque es cierto que en esto puedo fallar, pero hay algo que por siempre voy a recordar, tu mirada, única entre todas las demás.