domingo, 13 de junio de 2010

El bar el piano y el cantautor















Allá en el fondo un piano toca, haciéndole honor a mi tristeza, la vida está un poco loca, y ya no hay nada sobre la mesa. Hoy miro a mi alrededor, confiado de encontrar, a esa mujer pequeña, que me quiera amar. Y aunque solo hasta aquí he llegado, y aunque solo sé que podré seguir, ya me siento desolado, y no tengo más ganas de vivir.
A cada paso que doy, se van muriendo mis sueños, cuales pájaros de un tiro, que han perdido a sus dueños. Ya no siento nada que me pueda animar, hoy ni mis amigos, me pueden ayudar. Se borró totalmente de mi vida, el significado de la palabra sonreír, ya no sé que significa, porque todo lo asocio con sufrir. Y sigo sentado aquí, en este bar, y aquel piano del fondo, toca una melodía sin igual. Y un cantautor entra en el bar, y se sienta junto a mí, para charlar, quiere hacer una canción y relatar mi vida desde el principio hasta el final. El amor no está en mi vida, yo le atiné a decir, y el cantautor me respondió, vayamos a buscarlo por ahí.
El piano sigue sonando, tan melodioso como al principio, y yo me voy alejando, en silencio, de a poquito. Una vez en la calle, con el cantautor a mi lado, emprendimos un viaje, un poco inesperado. Una vez en la ruta, con el paisaje a un costado, recordé aquel piano, y me sentí atrapado. Porque otra vez estoy aquí, subido a esta rueda sin fin, y otra vez voy hacia allí, a rogarle a la vida, que me deje ser feliz.
Y allá atrás quedaron, el bar, el piano, y el cantautor, yo me volví a quedar solo, y sigo sin mi preciado amor. Y aunque sé que algún día, volveré a aquel bar, y escucharé a ese piano tocar, no creo que el cantautor vuelva nuevamente, para escuchar mis problemas y ayudarme a arrancar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario