viernes, 2 de enero de 2009

Mi vida y yo














Ayer me dijeron que es admirable como lucho por mis sueños, y por todas esas cosas que amo. Y más allá de que este comentario me halaga, hay algo que a mi me corre en contra, porque el reloj me gira para atrás, y eso me convierte en alguien impulsivo, inconstante, impaciente, y arriesgado.
Aunque me acostumbré a perder y errar, siempre intenté mejorar. Y aunque todavía no alcancé ninguna de todas esas cosas que ansío, sigo el camino de la vida, porque otra no queda.
Más allá de que noto que la gente me empezó a valorar, por cómo soy, por quién soy; todavía no encuentro a esa persona que me vea especial por sobre todos los demás. No tengo el placer de toparme con ese ser hermoso, que además de ser tan hermoso como tantos otros, se diferencie, por amarme sola y únicamente a mí.
Hoy me di cuenta, que lo que realmente creo que quiero, no lo quiero, y aunque decir esto es una decisión apresurada, voy a hacer lo imposible por mantenerlo en la realidad, aunque sé que cuando ella vuelva abrazarme, tan hermosa, descontrolada e impulsivamente como ella sabe hacer, yo voy a volver a caer en las temblorosas garras del amor y ahí perderme.
Tengo ganas de desaparecer de una vez por todas, y de volver a empezar, o quiero que a partir de hoy todos me empiecen a conocer por quién realmente soy y por lo que llevo adentro, y no por mis apariencias. Porque mis palabras pueden mentir y mi cuerpo puede ocultar (como bien hace), pero YO no. No puedo, mentir, ni puedo esconder, ni ocultar.
Me encantaría que todos los seres que amo, puedan mirarme y ver en mí alguien gracioso, simpático, bueno, loco, serio, real, sincero, honesto, “amoroso”, tierno, dulce, amigo, inteligente, interesante y por sobre todas las cosas confiable.
Pero no le puedo pedir eso a todo el mundo. Sólo hay personas, especiales y marcadas con la única capacidad de ver con los ojos del corazón y poder llegar a esto que pido.
Lo único que me queda por decir es que mi vida, se convirtió en un reloj donde el tiempo corre, y cada oportunidad que pierdo, puede no volver, y que cada abrazo, y que cada charla, pueden ser solo parte de un pasado incierto.
Ahora que alguien más guarda el único secreto que JAMÁS le conté a nadie, espero sentirme mejor, y poder mostrarme tal cual soy, sin más misterios, sin más nada, simplemente, siendo yo.

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