Desde mi ventana hoy miro, más de mil vidas, más de mil destinos, todos en el mismo lugar reunidos. Es increíble la diversidad, cada persona en su mundo, ejerciendo su integridad. Piensan, corren y analizan; otros caminan sin mucha prisa. Todos distintos caminos siguen, todos bajo una rutina viven. Y mientras viven se mueven, se mueven para crecer; y perfeccionar aquellas cosas, que hoy están al revés.
Desde el cuarto piso desde donde hoy miro, a lo lejos diviso un llanto no prevenido. Una causa, muchas consecuencias, y en un instante todo revienta. Y sin darnos cuenta vuelve a empezar, cual rueda de la fortuna, donde no se pudo ganar. Pero un nuevo intento, nos aventura a pensar, que ésta vez sí, lo podremos lograr. Y unas vidas con otras, se entrecruzan por el camino, que desde mi cuarto piso, hoy miro. Y esta noche me cansé de mirar, porque de esa vida, quiero yo participar.
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